Kony se quedó chiquito


El sábado 24 de marzo, publiqué este artículo en el Diario El Universal (Venezuela) con el mismo título. A ver que les parece. 

"Kony 2012” es un video que muestra las atrocidades cometidas contra más de 20 mil niños por parte de Joseph Kony, líder de grupo guerrillero-religioso Lord´s Resistance Army (LRA) en Uganda. El documental realizado por Invisible Children ha sido considerado, a pocos días de su lanzamiento, como el video más visto en la historia de Internet. Por otro lado, esta ONG ha sido puesta en duda por ocultar el verdadero conflicto, al igual que al realizador del video, Jason Russell, que ha sido denunciado por comportamientos inaceptables en vía pública y contradice su labor en una ONG en defensa de los niños.

Este tema ha acaparado la atención mundial. Posiblemente porque en los países desarrollados o en vías de serlo, la explotación infantil e incluso la delincuencia juvenil es escasa o nula. En cambio, Venezuela no está dentro de este grupo de países.

Gran asombro estarán experimentando algunos lectores por la última línea del párrafo anterior. Pero si conocemos bien la realidad de nuestro país, sabremos perfectamente que la violencia se origina en los barrios; en jóvenes entre los 12 y 14 años y que en el mejor de los casos llegarán a los 30 años antes de estar muerto, si no salen de este entorno. Algunos hemos tenido la experiencia de compartir con jóvenes delincuentes y asesinos reinsertados en la sociedad, y siendo directo, no les tembló el pulso para matar a alguien. El valor de la vida es insignificante, ni la de ellos mismos, ni la de terceros. Ganar estatus,“respeto”, reconocimiento y empoderamientoson más valiosos, porque están obteniendo algo que no consiguieron inicialmente en su ambiente.

Fuera de las cárceles es donde se origina todo. Al aumentar la delincuencia y las muertes violentas, se habla de incrementar la seguridad a través del número de policías y armas, pero nadie habla de los orígenes. Prefieren controlar la inundación, en lugar de que encontrar la causa de la fuga. Las causas que predominan son: educación y paternidad irresponsable.

En el caso de la educación, base de la construcción de un país. El conocimiento facilitado y orientado por el Estado, es la mayor ambición que puede adquirir un joven en su etapa de desarrollo. Es donde puede despertar las ansias de ser mejor persona y salir adelante junto con su familia. Es el camino para eliminar la pobreza intelectual, y para que predominen los valores.

Por otro lado, la paternidad, es la causa principal de que los jóvenes entren a formar parte de las bandas. No conocieron a sus padres o nunca le prestaron la debida atención. Su único ejemplo a seguir será repetir el ciclo de paternidad irresponsable. Por ende, la figura paterna se suplanta-desde temprana edad- por el admirado “líder” del barrio, quien acoge a nuevos integrantes en su banda, en un ambiente rodeado de violencia, droga y dinero fácil. La vida de un nuevo integrante y la de los demás, no es lo primordial, si alcanza un objetivo.

Ambos aspectos se contraponen en un joven. ¿Cuántos de los actuales delincuentes tuvieron derecho a la educación? ¿Cuántos contaron con el consejo de su padre? No se puede ser delincuente y estudiar. No se tienen sueños altos, si se piensa en obtener dinero fácil producto de la droga. El joven muchas veces no tiene la capacidad de discernir qué es lo mejor. ¿Quién abona el terreno para que un joven descubra qué es lo que le apasiona en la vida y luche por eso? Allí entra la familia, pero si la familia no está, debe entrar el Estado como garante del futuro de Venezuela, logrando mejores oportunidades para los jóvenes, con mayor apoyo, como mentor, y no sólo como regulador.

Miles de muertes por violencia en Venezuela no son casuales, son causales. No miremos un video con impotencia, cuando nuestro problema está a la vuelta de la esquina y si podemos hacer algo.

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